sábado, 28 de abril de 2012

Estamos rodeados



Nos, los ciudadanos de la amada nación Argentina, comenzamos a fatigarnos de esta insensata manera de vivir nuestra cotidianeidad y, en consecuencia, es hora que mostremos nuestra voluntad de expresarlo.
  
Por Juan Carlos Neves

Refugiados detrás de las rejas con que tratamos vanamente de proteger nuestros hogares,  alarmados por la violencia criminal, angustiados por el aumento incesante de los precios de los productos más necesarios y por la voracidad con  que se incrementan los impuestos, las tasas y los peajes, incrédulos por el espectáculo  de degradación institucional que se expone sin pudor ante nuestros ojos y hartos de que las actitudes de nuestros gobernantes nos enemisten con todos los países con que gozábamos de una fraterna relación, Nos, los ciudadanos de la amada nación Argentina, comenzamos a fatigarnos de esta insensata manera de vivir nuestra cotidianeidad y, en consecuencia, es hora que mostremos nuestra voluntad de expresarlo. No debemos  olvidar que el ciudadano es, por definición,  el habitante del Estado como sujeto de derechos políticos y  que interviene ejercitándolos en el gobierno de su país. No somos, por lo tanto, observadores pasivos que cerramos nuestra actuación con la emisión de un voto sino agentes activos de la sociedad que lamentablemente estamos en este momento, rodeados desde  todos los frentes, por un accionar a veces violento y otras veces persuasivo, pero siempre apuntado a que grupos pequeños y egoístas permanezcan disfrutando de los beneficios de un poder ejercido en su exclusivo beneficio y que lejos está de propender al bien común.

En una sola semana, se han generado múltiples hechos que justifican cada párrafo de lo expresado y que se suman a una situación que lleva ya años pero que ha comenzado a empeorar aceleradamente.

El espectáculo brindado por el señor vicepresidente, que respondió a las acusaciones por tráfico de influencias y lavado de dinero  acusando al juez, al procurador general de la nación y al presidente de la Bolsa de Comercio de integrar organizaciones mafiosas y destituyentes, fue muy fuerte y de una gravedad institucional inusitada. Esta semana, el señor Amado Boudou llevó sus  acusaciones a la justicia  y al Consejo de la Magistratura apoyado por  un fuerte respaldo gubernamental. El procurador general, lejos de defenderse, renunció aceleradamente a pesar de ser un hombre fuertemente ligado al oficialismo. El haber sido el redactor del decreto que en 1973, al inaugurarse el gobierno de Héctor Cámpora,  permitió la salida de las cárceles de los terroristas condenados por la justicia, en lo que constituye quizás uno de los hechos más vergonzantes  y con consecuencias más terribles en la historia de la justicia argentina, no fue impedimento para que el señor Esteban Righi fuera designado a cargo de los fiscales nacionales, ni para que el estudio que integraban sus familiares defendiera a importantes funcionarios entre los que se incluyen el presidente que  lo había designado. Sin embargo, todo eso fue insuficiente para protegerlo por no haber sabido, podido o deseado, frenar las acusaciones de corrupción contra el vicepresidente de la nación. El señor Boudou no tuvo empacho en confesar que hace más de dos años, desde el estudio ligado al procurador general, le habían pedido dinero para manejar situaciones procesales y que recién ahora (quizás al percibir que no gozaba de impunidad) había decidido formular la acusación que como funcionario público estaba obligado a efectuar. También se hizo evidente que había aceptado que un abogado recibiera consejos del juez mientras el mismo parecía querer ayudar a su causa pero que ahora, al ver complicada su situación por un allanamiento, llevaba el caso al Consejo de la Magistratura. De paso, también trató de sacarse de encima al fiscal que hasta ahora es la única figura que se muestra insobornable e intocable.

Detengámonos aquí. Apartemos la vista de cada árbol que nos limita el horizonte y tratemos de ver el bosque de corrupción, indecencia y suciedad que evidencia esta trama. Se trata de algunas de las máximas figuras del poder ejecutivo y judicial, enredadas en acusaciones mutuas que van desnudando el grado de deterioro que alcanza la justicia  y que solo se revela cuando por causas fortuitas, como fue la denuncia de la enojada esposa de un abogado que, según ella, era el testaferro del vicepresidente, llegan a la luz pública de la mano de un fiscal que no se dejó comprar ni impresionar. Ante esta situación es lícito preguntarse cuántos casos de corrupción fueron resueltos de espuria forma, cuán degradado está el sistema judicial y si no sería necesario que fueran investigados los sobreseimientos de todos los funcionarios que fueron defendidos por el estudio de abogados ligado al ex procurador general. Por último, y ya con un remate que parece una burla a la ciudadanía,  se propone como relevo del renunciante a un militante del partido del oficialismo, de probada relación con el señor vicepresidente y él mismo con acusaciones ante la justicia. Por favor, paremos de avergonzar a la nación. El señor vicepresidente debería seguir  el camino del señor procurador general y la oposición debería juntar sus escasas fuerzas para evitar que el señor Reposo ocupe  un cargo que no se corresponde con su perfil. Esto es lo que debemos pedir los ciudadanos, por el bien de nuestra castigada república.

En el frente social, la sensación de estar rodeados tiene incluso una mayor realidad física. Basta montarse en un vehículo y tratar de ingresar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para experimentar la sensación de caer en una trampa de cortes, sin salida ni escapatoria. Se cortan las calles por problemas gremiales, vecinales o políticos. A lo largo de más de ocho años el gobierno nacional permitió que se instalara el concepto de que la única forma de hacerse oír  y atender, era con cortes  y manifestaciones callejeras, a las que concedió no solo impunidad sino también licitud. Hoy le resulta imposible controlar tanto desorden y los que transitan por Buenos Aires sufren las consecuencias. Vale aclarar que los que quisieron cambiar la suerte  y trasladarse por medios públicos, se encontraron con paros de subterráneos, la huelga de los choferes de la línea 60 y el masivo destrato de los ferrocarriles nacionales.

En el conurbano no fue más tranquila la semana. Por insólito que parezca aun hay barrios sin electricidad desde la lejana tormenta de hace casi dos semanas, con vecinos que están  en estado de rebeldía cortando caminos y encendiendo fuegos. Por la misma razón, hay numerosas escuelas que no dictan clases y un reclamo generalizado para que todas aquellas autoridades provinciales, municipales y hasta nacionales, que se apretujan en los barrios cada vez que se trata  de anunciar alguna pequeña obra, hagan ahora acto de presencia para mostrar su compromiso y acercar las soluciones que  las empresas de servicios no consiguen coordinar.

A pesar de que cada vez es más difícil trasladarse, los peajes de todas las autopistas se incrementan sin cesar. En ocasiones, luego de pagar un peaje a todas luces desproporcionado se transitan unos pocos metros antes de caer en un intransitable  embudo de vehículos. El único espacio ampliado es el de las cabinas de cobro del peaje, luego de ellas aparece el caos y la trampa cotidiana. Los servicios son deficientes, pero los gobernadores e intendentes, sin embargo, demuestran una imaginación notable para aumentar impuestos y tasas. Lo escribo mientras contemplo el pequeño jardín de mi casa  y me pregunto qué maravillas que ignoro habrán sucedido para que la valuación fiscal del inmueble haya aumentado un 74 por ciento desde el año pasado sin que yo le haya hecho el más pequeño cambio o arreglo. Me consuelo pensando que es una pregunta generalizada y sin respuesta, que se hacen millones de contribuyentes que cada mes pagan más por recibir menos.

Nos queda por mencionar un frente más, desde el que la sensación de estar rodeados de hostilidad se hace más evidente y que es el frente externo. Si bien es el gobierno de Argentina quien ha agotado su crédito con amplios sectores de la comunidad internacional, las consecuencias negativas  de esta actitud nos afectan a todos los que habitamos este generoso suelo. Internamente, nuestro ejecutivo se burla de las normas y las limitaciones  o las rescribe a su antojo pero externamente rigen otras reglas cuya violación tiene su precio. Ya las organizaciones internacionales se niegan a aceptar nuestras estadísticas de inflación y crecimiento por su evidente inexactitud. El Fondo Monetario Internacional, del cual somos voluntariamente socios por nuestra propia conveniencia, ha decidido que auditará nuestra economía en forma compulsiva y sin nuestra participación porque esa auditoría forma parte de los compromisos de los socios. Los Estados Unidos nos quitaron ciertas preferencias arancelarias por no cumplir un fallo del Centro de Controversias Internacionales (al que acudimos en forma voluntaria) que beneficiaba a empresas de su país. La forma tosca e indiscriminada en que limitamos las exportaciones, sin respetar los convenios ni los usos internacionales a los que adscribimos, ha motivado la protesta de decenas de naciones en la Organización Mundial de Comercio, paso previo a un pedido de sanción. Esta actitud con respecto al comercio externo está afectando también nuestras relaciones con los países de la región y aun con nuestros socios del MERCOSUR. La última “picardía” de nuestro gobierno ha sido   dejar trascender su disposición a recuperar el control de la empresa petrolífera YPF que ahora está en manos de la española REPSOL sin pagar su valor de mercado. Podemos debatir si la  decisión de re estatizar es acertada y oportuna y coincidir en que es una empresa que no debió ser privatizada pero lo que no podemos evitar, luego de haber recibido los fondos por su  venta, es reincorporarla al estado nacional sin pagarle a sus actuales dueños. Lo contrario es una confiscación, lisa  y llana,  y tendrá severas consecuencias internacionales para nuestro país.

Advertimos la gravedad de este tema a medida que los señores gobernadores comenzaron a quitarle áreas a YPF en forma rápida e  inconsulta. Cuando la maniobra se hizo pública y evidente se produjo la ineludible reacción y las advertencias  y amenazas llegaron desde diversas fuentes. Por supuesto de España con mucha dureza (el tema lo leí en las tapas de 20 diarios españoles), desde el seno de la Unión Europea y desde diversos países que tienen también intereses en REPSOL. La magnitud de la reacción desconcertó a los inexpertos funcionarios locales, incapaces de  entender las reglas del sistema que impera en el mundo, y apagó abruptamente  la emisión de la promocionada decisión. Dicho en forma sencilla, hicimos un papelón internacional que pone al gobierno ahora en una disyuntiva: comenzar una tardía negociación reconociendo su error o seguir adelante y terminar de aislarnos  y perjudicarnos en nuestras relaciones exteriores.

Cuando decimos que estamos rodeados, surge de inmediato preguntarse quien nos rodea. La respuesta es que nos rodean la corrupción, la incompetencia y en muchos casos la malevolencia que afecta tanto a nuestro frente interno, en lo institucional y social, como al frente externo que nos relaciona con el mundo. Como ciudadanos tenemos la obligación y la responsabilidad de tratar de romper el cerco que nos rodea, señalando,  denunciando y manifestando pacíficamente en este período y organizándonos políticamente para tener las herramienta jurídicas  que nos permitan competir en las próximas elecciones   para nunca más tener que depender de viejos políticos desgastados a la hora de construir nuestro futuro.
Un abrazo para todos

Juan Carlos Neves, Presidente de Nueva Unión Ciudadana

lunes, 23 de abril de 2012

LLAMADO A LA UNIDAD Y LA PARTICIPACION PARTIDARIA



Publicamos el Comunicado de Prensa emitido por el General (RE) Giuliano, Presidente del Movimiento Republicano Cívico Militar; el Contralmirante VGM (RE) Neves, Presidente del partido Nueva Unión Ciudadana y el Vice Comodoro VGM (RE) Ricciardelli, Presidente del partido por la Defensa de Nuestra Identidad, quienes se han reunido para constituir una nueva fuerza política.
  
Estimados camaradas y amigos:

Los que suscriben, General  (RE) JUAN MIGUEL GIULIANO, Presidente del Movimiento Republicano Cívico Militar; Contralmirante VGM (RE) JUAN CARLOS NEVES, Presidente del partido Nueva Unión Ciudadana y Vice Comodoro VGM (RE) HORACIO RICCIARDELLI, Presidente del partido por la Defensa de Nuestra Identidad,  se han reunido y acordado sumar esfuerzos y voluntades  para constituir una fuerza política  democrática, republicana, constitucionalista, independiente, nacional, federal, integradora y ciudadana, capaz de devolver la esperanza y la confianza a los compatriotas dispuestos a defender los valores de la argentinidad.

Hemos concordado en no dar más ventajas a los dirigentes políticos de variadas expresiones que se han tomado como norma destruir instituciones fundamentales, dejando a un costado la Constitución Nacional y las leyes que nos estructuran como nación republicana, representativa y federal. Queremos reivindicar los usos y atributos de una auténtica democracia, que no solo nos represente en cuanto a expresión partidaria sino que lo haga a través de gobernar en la ley y el orden, para todos los argentinos que verdaderamente quieran una patria mejor para nuestros hijos, nietos y descendientes y para todos aquellos que no solamente quieran habitar este bendito suelo, mancillado por la corrupción, la inseguridad, la indefensión, la indolencia, el abandono de las más elementales normas del respeto jurídico, el ahondar del odio y el enfrentamiento y el convivir con la soberbia y la prepotencia como moneda corriente en la relación entre  hermanos, sino que aspiren a crecer con dignidad, justicia y libertad .

Para  ello convocamos a todos los argentinos, civiles y militares, que comparten estos principios a organizarse políticamente en cada provincia, municipio y localidad, bajo las estructuras que presidimos y ponemos a su disposición, entendiendo que el cambio que deseamos solo puede llegar a partir de la unión política y desinteresada de todos los que anteponemos a Dios  y la Patria por encima de los intereses personales y sectoriales.

JUAN MIGUEL  GIULIANO     JUAN CARLOS NEVES     HORACIO RICCIARDELLI


domingo, 1 de abril de 2012

Reflexiones en el trigésimo aniversario de la Recuperación de Malvinas

Decir que los muertos lo fueron en vano, es un  sacrilegio y una falsedad. Cada uno de los compatriotas que quedaron sepultados en Malvinas o en el fondo del Atlántico Sur es un héroe nacional que valoriza con su vida la causa por la que luchó.

Por el Contralmirante Retirado Juan Carlos Neves (VGM)

“Los que participamos de la “guerra de Malvinas” estamos orgullosos de haber combatido por ideales tales como la defensa de la patria y la soberanía nacional.

Decir que los muertos lo fueron en vano, es un  sacrilegio y una falsedad.

Cada uno de los compatriotas que quedaron sepultados en Malvinas o en el fondo del Atlántico Sur es un héroe nacional que valoriza con su vida la causa por la que luchó y es un orgullo para sus familiares y para todos los argentinos que lloramos sus muertes pero que nos dignificamos con su ejemplo.

Su sacrificio nos recuerda el valor de la espiritualidad por sobre el materialismo cotidiano y nos compromete con la recuperación de Malvinas y con el amor a la patria.

Los que tuvimos la suerte de sobrevivir y ser llamados con honor “veteranos de guerra”, tanto los militares profesionales como los soldados bajo bandera, deberían ser tratados con respeto y admiración porque son los que cuando la patria llamó supieron cumplir con su deber.

Es importante tenerlo presente a los 30 años de una gesta gloriosa, que nadie tiene derecho a empañar."

Juan Carlos Neves
Contralmirante Retirado
Veterano de Guerra de Malvinas
Master en Relaciones Internacionales