martes, 21 de febrero de 2012

Preguntas y respuestas

   

No debemos esperar al 2013 para empezar a tratar este tema tan importante, como lo es el de conformar una espacio político-social, en el que estén consideradas todas las fuerzas vivas de nuestra castigada sociedad.

Por Edie Daniel Duré

Estimados camaradas y amigos:

En este país nada es casual, todo tiene una razón de ser en la dinámica en la que todos estamos inmersos.

Es por ello que les sugiero a los amigos y camaradas, que son referentes de los tres partidos políticos, en los que hemos puesto nuestra Fe y Esperanza, que este es el momento de empezar a informar a la sociedad en su conjunto, del Proyecto General, que busca reunir a todos los Compatriotas y la Gran Familia Militar con mensajes claros, contundentes, utilizando todos los medios a nuestro alcance, propios y ajenos,

No debemos perder el tiempo, desde mi muy humilde óptica y lejos del "ojo de la tormenta", puedo vislumbrar que es hora de empezar.

Nuestro primer Objetivo el 2013 está muy cerca, pero antes debemos llenar un vacío importante, que es ese lapso de tiempo.

Convocar a la gente, sacar propuestas y Proyectos, establecer pautas, realizar encuentros, Congresos, Seminarios, y todo aquellos que permita que la Verdadera Unión se vaya gestando y el ciudadano se vaya informando y que seguramente se integrará por algunas de las causas siguientes:

El descontento generalizado de la mayoría de nuestro pueblo trabajador por la situación de:

 "Desbarranque" de la economía, de la inseguridad, de los bajos salarios, de las afrentas a nuestros jubilados, negándole el 82% móvil.

La falta de respuesta a los considerandos de la Ley 19.101, que atañe a los Retirados y camaradas en actividad.

El tema manoseado de Malvinas y la falta de una política coherente que permita firmeza en todo su accionar.

La entrega para la explotación de los Recursos Naturales a capitales extranjeros, sin ningún tipo de control, por el efecto negativo a futuro y en el mediano plazo sobre el medio ambiente.

La entrega de tierras a extranjeros en zona sensible de fronteras, en especial en el Sur de nuestra Patria.

Las drogas, nuestra niñez y juventud abandonadas, futuros delincuentes que agreden a la sociedad, con la protección de los jueces y leyes y la fruta del postre, el avasallamiento de los Diputados con su descarada visión sobre su aporte a la sociedad, lo que les ha permitido aumentarse un cien x cien la dietas.

La recuperación a pleno de nuestras FFAA y de Seguridad y libertad inmediata a nuestros Presos Políticos.

Controlar el Consejo de la Magistratura para que cumpla con su cometido. El control de  la Justicia y no para apriete de los jueces.

No me olvido de la corrupción generalizada en los distintos estamentos de gobierno.

Estos solamente, son algunos de los tantos temas que aquejan a nuestro pueblo.

Debemos comenzar ya y salir al ruedo para hacer conocer las distintas propuestas que serán la idea marco del Proyecto que dará forma legal al Gran Frente Nacional y Cristiano que buscamos que se implemente.

Si Ud., estimado amigo, camarada, están de acuerdo, favor de distribuir esta información.

No debemos esperar al 2013 para empezar a tratar este tema tan importante, como lo es el de conformar una espacio político-social, en el que estén consideradas todas las fuerzas vivas de nuestra castigada sociedad.

A Uds. un fuerte y caluroso abrazo en Dios y la Patria.

Edie Daniel Duré
Córdoba - Argentina


domingo, 19 de febrero de 2012

Respuesta a un artículo Sr. Arq. D. José Marcelino García Rozado

Ignoro que hacía o dónde se hallaba el arquitecto José Marcelino García Rozado por aquél entonces, presumo que no en Malvinas, ya que de haberlo estado debería reconocer y respetar el sacrificio heroico de nuestros soldados que honraron un juramento de defender a su Patria.

Por Rubén O. Moro

Deseo hacerle llegar para su publicación una respuesta sobre ciertos aspectos puntuales al Sr. Arq. D. José Marcelino García Rozado titulado “Teatralización sin estrategias…”

Considero que es inadmisible, al menos para quien escribe y supongo que para todos los VGM, afirmar que la guerra  “…se perdió ignominiosamente”. Ignoro que hacía o dónde se hallaba el arquitecto por aquél entonces, presumo que no en Malvinas, ya que de haberlo estado debería reconocer y respetar el sacrificio heroico de nuestros soldados que honraron un juramento de defender a su Patria. Creo que no se asesoró lo suficiente para comprender que los elogios, por supuesto no partieron de nuestros compatriotas (más predispuestos a la crítica implacable e infundada, como él mismo lo demuestra), sino del propio enemigo, que es el  más válido de los reconocimientos.

¿Leyó el arquitecto las frases de los comandantes británicos, que aparte de haber “estado en la guerra”, eran “el enemigo”?

Ud. me obliga a mencionarlas, tal vez no las conozca. Por las dudas cito algunas:
Del ministro de Defensa británico John Nott al Parlamento: “Creo que los pilotos argentinos están demostrando una enorme bravura. Sería tonto de mi parte no reconocerlo.”
Del comandante de la Task Force, almirante John Foster Woodward: “Los pilotos argentinos fueron muy valientes. Me dieron muchos dolores de cabeza, pero igual los admiro’. Refiriéndose al ataque de bahía Agradable, expresó: ‘Ya antes habíamos recibido suficientes pruebas de lo que eran capaces de hacer. Los veíamos aparecer a ras del agua; jamás hubiéramos imaginado eso.”
Del comandante de las fuerzas terrestres, general Jeremy Moore: “El cuerpo de oficiales y muchos de sus técnicos fueron sumamente capaces y esto fue particularmente notorio en el caso de la Fuerza Aérea Argentina.”
Otros no eran enemigos, pero si habían peleado otras guerras y le transcribo solo unas pocas líneas de la carta que el as francés Pierre Clostermann de la II Guerra Mundial envió por entonces:
“Vuestro valor ha deslumbrado no sólo al pueblo argentino sino que somos muchos los que en el mundo estamos orgullosos que seáis nuestros hermanos pilotos. A los padres y a las madres, a los hermanos y a las hermanas, a las esposas y a los hijos de los pilotos argentinos que fueron a la muerte con el coraje más fantástico y más asombroso, les digo que ellos honran a la Argentina y al mundo latino.
Ay!: la verdad vale únicamente por la sangre derramada y el mundo cree solamente en las causas cuyos testigos se hacen matar por ella.”
También periodistas extranjeros se ocuparon delo que ocurría en aquellos días, lamentablemente ignorado por los nuestros. Este es José María Carrascal, del ABC de Madrid:
“La audacia de los pilotos argentinos en los combates del Atlántico Sur.
Son sólo unos centenares -o eran- pero llevan sobre sus hombros el último peso de esta guerra, no menos cruenta por no estar declarada. Parece, sin embargo, no importarles la muerte de sus camaradas o la posibilidad de perder la suya en la próxima salida. Pocas veces se ha visto tanta gallardía ante la vida, tanta responsabilidad ante la muerte tanta consideración ante los propios, tanta audacia ante lo ajeno.
Actúan en condiciones extremas con el objetivo a quinientos kilómetros y el carburante justo para estar sobre él tres o cuatro minutos y regresar. Un ojo puesto en el blanco, el otro, en la aguja del depósito, olvidándose de los misiles que llegan por todas partes, de los barcos, de los aparatos enemigos, de las baterías de tierra.
La mayoría de sus reactores no tienen radar ‘todo tiempo’, lo que les obliga a actuar de día, y dejar las nubes, a esquivar la niebla. Otros como los Super Etendard, tienen que ser repostados en vuelos, tan corto es su radio de acción. No importa. Como aquel príncipe de Gracián que suplía la cortedad de su espada dando un paso adelante, ellos bajan un poco más hasta rozar los palos de las fragatas inglesas-, aunque eso signifique consumir más combustible. Lo hacen una y otra vez, como si fueran meros ejercicios.
Sin alardes, sin hablar siquiera. Dejando a los ingleses la cuenta de los derribos y de los impactos. Ellos se limitan a protagonizarlos. Sin aspavientos ni petulancia. Como si fuera la cosa más natural del mundo.
No está de moda en nuestros días el panegírico de las glorias militares y no estoy nada seguro que esta crónica lo sea; es la calidad humana de los pilotos argentinos lo que inspira. En un mundo como el nuestro, donde la norma es exigir pero no dar, el ejemplo de estos aviadores, dándolo todo sin pedir nada, ni siquiera un aplauso, es de tal sobria elegancia que deslumbra en su lucidez. La mente moderna necesita hacer un esfuerzo para abarcarlos y aun así no lo consigue.
No dan la vida, naturalmente, por la Junta. Ni siquiera la dan -cree uno- por conceptos abstractos, como el honor o la patria. La dan por algo muy concreto, muy precioso. Por su comunidad, que les ha encomendado su defensa. Y en último término, por algo tan simple como el cumplimiento del deber. Individuos así ennoblecen toda especie. En este caso particular nos ennoblecen sobre todo a los hispanos, a los latinos, a quienes tan mal nos va en los últimos tiempos. ¡Con qué dolor y orgullo lee uno esos dobles apellidos españoles e italianos, casi de lápidas antiguas!
No sé si el sacrificio de estos pilotos devolverá las Malvinas a su país. Pero sé otra cosa, tal vez más importante, porque las Malvinas tarde o temprano, y el mundo gira hoy muy rápido, serán argentinas. Sé que cuando en adelante se imagine uno al argentino, ya no pensará en el gaucho típico, en el engomado cantante de tangos o en la presidente de revista. Pensará en esos pilotos que han sabido morir por saber por qué vivían, privilegio hoy al alcance de muy pocos.
Es lugar común decir que Argentina ha sido bendecida por todos los dones del Cielo y de la Tierra. Pero sobre todo, ahora lo vemos, por sus hijos que se hicieron aviadores.”

The Guardian, Londres, 25 de mayo 1982, primera plana: “Las tripulaciones aplauden la bravura de los pilotos enemigos. - De Gareth Parry con las fuerzas de desembarco en la bahía de San Carlos”. Son las 2 de la tarde en un día soleado y nos hallamos bajo el ataque de Mirages y Skyhawks de la Fuerza Aérea Argentina. Una bomba ha levantado una gigantesca columna de agua a sólo 100 mts. de distancia, entre nuestros buques y una nave logística cargada con pertrechos. Los tripulantes a nuestro alrededor rinden tributo al coraje de los pilotos argentinos.”

Boletín de Radio Diego Portales de Chile (país con el cual teníamos entonces un conflicto abierto): “Los aviadores argentinos se han ganado el reconocimiento mundial, hasta de los propios británicos, por su valentía. Se observó cómo se lanzaban contra una verdadera muralla de misiles, obuses y ametralladoras antiaéreas, infligiendo bajas al enemigo.”

Jorge E. Illueca, Presidente de la República de Panamá: “Quiero rendir mi emocionado homenaje a esos héroes que dieron sus vidas por la Patria en la heroica gesta de Malvinas, a los que lucharon en pos de un ideal que nadie podrá cambiar y que los panameños sentimos como propio: Las Islas Malvinas fueron, son y seguirán siendo argentinas.” 

Carta del agregado aéreo de los EE.UU., coronel (USAF) Robert W. Pitt al Jefe de La Fuerza Aérea: Es mi deseo expresarle mi estima y respeto personal a Ud. y a los miembros de la Fuerza Aérea Argentina en reconocimiento a su profesionalismo e inquebrantable coraje durante el reciente conflicto armado con el Reino Unido. De todas mis condecoraciones, el Corazón Púrpura, el cual me fue otorgado por heridas recibidas en acción sobre Vietnam del Norte el 5 de octubre de 1965, es el que más venero. La Orden del Corazón Púrpura fue autorizada por orden del General George Washington, el 7 de agosto de 1782.
Años más tarde el general MacArthur escribió: Esta condecoración es única en muchos sentidos: Primero: es la más antigua de la historia norteamericana…
Segundo: proviene del más grande de todos los norteamericanos, George Washington…
Tercero: es la única condecoración completamente intrínseca en el sentido de que no depende de la aprobación o el favor de nadie. Se la acuerda solamente a aquellos que son heridos en acción, y solamente la acción del enemigo determina su otorgamiento. Es un verdadero escudo de coraje y cada pecho que la luce puede latir con orgullo.”
Es clara pues la razón por la cual el Corazón Púrpura es la condecoración que más reverencio. De un aviador militar a otro, le ruego respetuosamente que acepte esta condecoración en nombre de todos los bravíos oficiales y hombres de la Fuerza Aérea que cayeron o fueron heridos en acción en este reciente conflicto.”

¿Sigo señor para ver si encontramos algo de ignominia…?
No lo haré, sería redundante, pero si aclarar que no sólo fueron los aviadores, que se llevan las palmas porque lo más espectacular es el “acto heroico”, pero sepa que estar en una trinchera mal alimentado, con pie de trinchera y combatiendo contra el ejército más profesional del mundo se denomina “sacrificio heroico”, y es tan válido como el primero, una sucesión de actos que requieren de extraordinaria fuerza moral para poder sobrellevarlos. Cada cual en lo suyo cumpliendo con su deber. Eso es todo lo contrario de “ignominia”, señor arquitecto.

Pero no sólo esto debo aclararle. Ud. menciona que ha leído el Informe Rattenbach, debería así haber observado que a pesar de un año de intensas investigaciones; de declaraciones de todos los involucrados; de disponer de la suma de documentos oficiales y privados; la Comisión nunca pudo probar –muy a su pesar- que la decisión de la Junta Militar fue para perpetuarse en el poder. También se despacha con críticas al teniente general, sepa que el informe que lleva su nombre no fue firmado por él sino por los otros cinco miembros de la Comisión. Rattenbach presentó a título personal un informe de pocas páginas que fue rechazado por la Junta, porque no era eso lo que había dispuesto.

También menciona una frase del Dr. Alfonsín, quien lejos de pensar o sentir por entonces acordemente a ella, viajó con el resto de las figuras políticas nacionales a Puerto Argentino apoyando la decisión del gobierno. Sólo una figura debo rescatar, porque lo que se persigue es la verdad y no defender o atacar a nadie, y fue la de Arturo Frondizi, quien consideraba acertadamente que era un paso desaconsejable el haber recuperado las islas de la manera que se lo hizo.

Pero aclaremos, lo hizo mucho antes de la reacción y ataque británico del 1 de mayo de 1982, no como Ud. y muchos otros que hoy se rasgan las vestiduras por la “loca aventura”. Y no hubo nada de ignominioso, sr. arquitecto, porque de lo contrario todas las autoridades de todos los partidos políticos argentinos de aquél entonces, salvo el nombrado Dr. Frondizi, hubiesen cometido un acto ignominioso.

No caiga en el error de muchos de nuestros “estrategas”, que con “el diario del lunes” se creen von Molke.
Y tan “loca” la aventura no debió ser, a tono con las declaraciones de los comandantes británicos hechas en el Programa Discovery Channel  “La Historia que Pudo Ser” de difusión universal al celebrarse los 25 años de Conflicto. Le transcribo uno:

Un error menos por parte de la Argentina, o uno más del Reino Unido, pudieron cambiar el curso de la historia. La situación era tan comprometida que esa noche adopté [25 May 1982] la decisión de llamar a Londres para anunciar que habíamos sido derrotados. Almirante John Foster Woodward, comandante de la Task Force.

Rubén O. Moro